Como muchos de vosotros, soy pastafariano. Sigue fielmente el credo de Él, el Monstruo de Spagueti Volador, mis pasos acompañan su Ejemplo. Sin embargo, debo confesar con profundo dolor de mi alma que discrepo de uno de sus puntos. Su Palabra nos dice que el descenso del número de piratas es la causa principal del calentamiento global. No puedo estar de acuerdo con esta teoría. Creo que los piratas nunca han desaparecido. Como la materia, simplemente se han transformado.
La canción nos dice que la vida pirata es la vida mejor. Sin trabajar, sin estudiar y con la botella de ron. Como se suele decir, para gustos los colores. No sé si será la vida mejor (por supuesto no la mejor para tu hígado) pero sí la más común entre nuestra generación.
Nosotros, los jóvenes, somos la generación pirata. Nacimos con los horizontes limitados, ya que nos ponían desde la cuna la etiqueta del confort en la frente: somos los más favorecidos de la historia, y por tanto solo podemos ir en picado hacia abajo. La experiencia de cada uno de nosotros ha demostrado que no estamos tan bien como se nos vende.
Evidentemente que tenemos muchos más privilegios que las generaciones pasadas y que la mayoría de nuestros coetáneos a lo largo y ancho del planeta. Sin embargo, vivimos en un bienestar de cristal.
Tenemos diplomas universitarios, somos ingenieros o sacamos un ciclo superior. Sí, para cobrar un sueldo que no nos permite independizarnos hasta que nos salen canas.
Sacarnos el carnet del coche es una obligación dado que está tan al alcance de la mano de cualquiera que quien no lo tiene es que ha perdido el tiempo. Sí, tenemos el carnet, pero ¿podemos mantener un coche nuevo?
Aspiramos a ser libres e independientes, a formar nuestro nuevo espacio, nuestro reino privado. Sí, a costa de hipotecas sangrantes que seguirán pagando nuestros hipotéticos hijos y que nos mutilan las alas.
Por eso somos piratas. Porque necesitamos ir de puerto en puerto y de puerta en puerta para encontrar una vida digna, una vida mejor. Viajamos, aprendemos idiomas, pedimos prácticas en el extranjero, vemos nuestro futuro allá donde esté. Sea como sea.
Y todo esto sin dejar de piratear CDs y DVDs, colarnos en discotecas, salir sin pagar de los bares, saltarnos los semáforos, pelarnos las clases, robar en los supermercados, colarnos en el transporte público, hacer botellón en las plazas (¿se supone que esto es delito?), consumir esporádicamente drogas ilegales...
Somos piratas porque vamos allá donde nos lleven nuestras ilusiones, cueste lo que cueste. Buscamos libertad y no nos conformamos con que nos digan que todo va bien. Sabemos organizarnos y gritar nuestra justicia en las calles y en Internet. Los borregos están en los pastos, no en las universidades.
El silencio es para las iglesias, no para el progreso.
BSO Los Delinqüentes - Uno más
miércoles, 21 de febrero de 2007
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2 comentarios:
justo. Pero acuerdarse que "Todo tiene que cambiar para que todo se quede igual".
Quizas no somos mucho mas piradas en el espiritu de como eran mis padres o los tuyos.
En eso estoy de acuerdo. Por eso digo que los piratas nunca han desaparecido... Simplemente heredamos el espíritu de nuestros padres y abuelos pero tenemos más oportunidades que ellos para movernos de un lado a otro.
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