martes, 26 de junio de 2007

Chinatown

...veintitrés, vienticuatro y veinticinco...

Nunca ha sido lo mío esto de los diarios. Cuando hice la comunión, me regalaron uno de esos con su candadito y todo. Sobra decir que sigue cerrado, dormido en algún cajón, compartiendo espacio con libretas de sociales y matemáticas del colegio. Por eso ésto no es un diario. Es, simplemente, un blog. Así que escribo cuando me da la gana y no necesariamente de temas personales.

Haré una excepción, si es que no la he hecho antes. Para los que no lo sepan, por motivos de trabajo me voy a China mañana. Estaré 9 días allí. La verdad, hace cuatro meses, cuando despachaba DVDs de alquiler, no se me ocurría que dentro de un tiempo estaría en la otra punta del mundo. Gira el mundo gira...

Ayer por la tarde puse Radio 3 después de un tiempo sin escucharla y oí La ciudad invisible, uno de mis programas favoritos. En este programa siempre preguntan al invitado cuál es su ciudad invisible. Ayer, un poeta que escribe haikus respondió que sería una mezcla de todos esos sitios donde había sido feliz, aunque fuera por un instante.


Me quedé plantado mirando al final de la avenida. El sol se estaba poniendo por allá como siempre.

Y entonces vi las puestas de sol sobre la Alhambra, las luces del Albaycín enciendiéndose, y pude oler las especias al lado de la Catedral, el aroma de la calle de las teterías, y oir la música en la Plaza de las Pasiegas los miércoles noche...

También sentí el agua fresca de las piscina de mi campo, el sonido de la cadena de mi bicicleta al bajar la cuesta de la cabina a toda velocidad, los goles dedicados al cielo en el Estadio Veneno, el colchón de agujas de la pinada...

La lluvia fina de Bruselas caló mi piel una vez más, al tiempo que las luces de navidad iluminaban la Grande Place... en el Matongé la música sonaba por las calles y algunos volvían haciendo eses de una TD, buscando una calle que hace tiempo dejaron atrás... en el Delirium, sigue la jam session como cada domingo.

El sol me volvió a pinchar una vez más al ritmo cortante del reguetón mientras mastico caña de azúcar. Los niños juegan descalzos y me piden que los cargue a mis espaldas. Me siento a la sombra del portal y le pregunto a Alberto cómo estás. Regular, tranquilo, me responde. Hablamos de proyectos para el batey mientras nos bebemos dos Presidentes...

... o dos pintas de Guinness al caer la tarde, mirando los coches pasar, y las vacas, y las banderitas verdes blancas y naranjas que cuelgan de las casitas de Birr. También queda el césped siempre húmedo, las urracas sobre el techo de pizarra de las Iglesias católica y protestante que comparten el mismo patrón, las casas de colores, los palos de hurling...

... veintitrés, veinticuatro y veinticinco...

Y no me olvido de tantos otros rincones que pintan ese lugar común llamado yo mismo. Lo que pasa es que no quiero ponerme pesado...

Veremos si mi experiencia en China añade un barrio más a mi ciudad invisible...


BSO Fiona May - Paramarte (El gran baile de Satanás)

jueves, 21 de junio de 2007

La rana que quería ser una Rana auténtica

Había una vez una rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello. Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad. Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.

Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica.

Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían. Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una Rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena rana, que parecía pollo.

Augusto Monterroso

(P.D. Hace un cuarto de hora que llegó el verano... y me acordé de toda esa gente obsesionada en lucir sus cuerpos al sol... esto va por ustedes!)

BSO Blur - Boys & Girls

miércoles, 20 de junio de 2007

La noche de los miserables

Au revoir, se puede leer encima de la puerta. Es raro encontrarse una puerta en un puente, pero más extraño es que dicho al cruzarla tengas la sensación de haber cambiado de continente.

Las calles de Ouanaminthe huelen a barro, algunas a heces, a madera y chapa recalentadas al furioso sol caribeño. Riachuelos de aguas fecales nos separan de las hileras de casas que parecen no tener ganas de tenerse en pie. Algunas de ellas tienen sus paredes completamente inclinadas a la derecha, como en ángulo de 45 grados. Eso es por el último huracán, nos dice Jonathan, un dominicano que cada día cruza la frontera varias veces para echarle una mano a las hermanas Juanistas.

El río Masacre supone en esta parte de la isla la frontera entre Haití y República Dominicana. Apenas un puente y cambias de idioma, de moneda, de paisaje, de música, de Dios. Al otro lado queda Dajabón, con su asfalto implacable y sus cortes de suministro eléctrico. En Ouanaminthe, en el lado haitiano, no encontraremos ese problema, porque no encontraremos un solo poste de luz en la zona.

Jonathan nos acerca al que es uno de los proyectos más importantes puesto en marcha a iniciativa de su asociación transfroteriza y binacional: una fuente. Un grifo oxidado que da agua potable a muchas familias a la redonda. Me quedo mirándolo fijamente; a simple vista, un grifo que parece tener cincuenta años más de los que tiene. Desde que lo pusimos han bajado bastante las muertes por enfermedades intestinales. Queda todo dicho pues.
Seguimos andando y llegamos al mercado. Nos topamos con un bosque de estructuras de madera, como pequeños cimientos del cielo. Palos y más palos de madera. Hoy no es día de mercado, deducimos. Jonathan nos lo corrobora. Y nos alegramos de esto, no solamente porque el bullicio es mucho menor: no seremos testigos del tráfico de personas que dos veces por semana tiene lugar aquí. Nuestro guía nos retrata la escena: los chavales van subiendo a un pequeño escenario, donde está el intermediario que va a sacar tajada de la transacción. Los posibles compradores se sitúan abajo, mostrando o no interés por el chico y en su caso haciendo una oferta. Normalmente representan a terratenientes dueños de plantaciones de café o azúcar en la República Dominicana. Por no más de 20 euros puedes llevarte a un par de brazos jóvenes que lo darán todo con el machete en la mano, en jornadas de sol a sol. Mucha de esta mano de obra comprada apenas ha cumplido los 15 años. El primer país del mundo en abolir la esclavitud mira dónde ha acabado, pienso.

Estamos en una ciudad sin ley. La policía se disolvió tras el derrocamiento de Aristide y la invasión de los marines estadounidenses pocos meses atrás. Ahora existen bandos enemigos en lo que antes era un cuerpo de seguridad de un Estado en coma. La primera república negra, aquella que armada de machetes tuvo el coraje de expulsar al imperio napoleónico de sus rojas tierras, una vez más invadida.

A pesar del vacío de poder, de los posibles pillajes, nos sentimos seguros. Estar acompañados de las Hermanas Juanistas es nuestra más eficaz medida de seguridad. El trabajo que durante años han hecho para que la población de Ouanaminthe tenga agua potable, para que las niñas puedan estudiar y formarse, para enseñar empleos, para cuidar la salud de los que no tienen derecho a nada, todo esto y mucho más, las convierte en intocables. Mientras caminamos, alguien se acerca a abrazar a la monja que nos acompaña.


Por todo esto, porque lo he visto con mis propios ojos y lo que otros ojos me han contado, pido a todos los que podáis que os acerquéis a la CENA SOLIDARIA organizada por el grupo de Voluntariado AYDE del I.E.S. Misteri d'Elx. Será el sábado 23 de junio en el Colegio Baix Vinalopó de Elche a las 21:30 horas. La cena cuesta 25 euros y habrá una actuación, así como una rifa de productos donados por comercios de la ciudad. Para el que quiera colaborar y no pueda asistir existe la fila cero donde puedes mandar tu donativo. Todo el dinero recaudado irá destinado a apoyar los proyectos educativos que las Hermanas Juanistas llevan a cabo en Ouanaminthe, Haití.



Hala, ya lo sabéis. Serán los 25 euros mejor invertidos de toda tu vida.


BSO Lluis Llach - El jorn dels miserables

miércoles, 13 de junio de 2007

San Antonio bendito

Resulta que llega un día cualquier un buen hombre y hace algo extraordinario. Y alguien con sotana y báculo bañado en oro vete a saber cuánto tiempo después decide que ese gran hombre pasará a la historia por lo que hizo ese día. Y le pone una fecha. Quizás le indicaron mal y fue un jueves en lugar de un miércoles, vete a saber. Pero ya le ha puesto la fecha y rectificar estas cosas pues no queda bien.

Así nacen las onomásticas. Y curiosamente hoy es la de mi padre.

Mis noches de verano tienen varias cosas en común. La primera, el escenario. Con dos excepciones, desde que tengo memoria mi campo. La segunda, con una excepción, los mosquitos. La tercera, mi hermana pequeña enseñándome que si te fijas en esos puntitos que brillan en el cielo forman dibujos. O constelaciones. Lo que sea. El campo ayuda en estos menesteres: se pueden hacer muchos más dibujos que si estuvieras en la ciudad.



Resulta que un día cualquiera te suena el despertador a la misma hora, te duchas y desayunas corriendo. Y al día siguiente el mundo decide girar en el sentido contrario a las agujas del reloj.

Pasaron los años y mi hermana añadió a nuestra costumbre estelar un ingrediente. Cada noche, contaba una estrella por cada año de vida (uno, dos, tres, cuatro...) y decía: San Antonio bendito, patrón de los amores, haz que esta noche sueñe con el chico que más quiero. Y cerraba los ojos, justo en ese momento. (Si fuéramos personajes de alguna serie yanki , precisamente entonces yo vería pasar una estrella fugaz y pediría un deseo. Va a ser que no, que estamos en un chalet del campo de Elche. Incluso a pesar de eso, alguna vez ha pasado. Pura estadística.)

Total, que hoy algo ha cambiado, creo. He aprobado la parte teórica del carnet de conducir y he conducido un coche por primera vez. Y la sensación me ha encantado. Como otras cosas que haces por primera vez, no lo olvidaré nunca.

O quizás sí. Quizás me acuerde de este día simplemente como aquel santo de mi padre en el que les regalamos dos entradas para ver a Serrat y Sabina en concierto. O quizás...

... veintitrés, veinticuatro y veinticinco... San Antonio bendito, patrón de los amores, haz que esta noche sueñe con... bueno, haz que esta noche sueñe...


BSO Moloko - Familiar Feeling [Plankton's Country Slice Remix]

sábado, 9 de junio de 2007

Sao Tomé y el ombligo del mundo

Adivíname.
Estoy sentado en una silla que gira y gira más, mientras tus palabras suben y bajan por las paredes de este cuarto. Lisa Simpson está enfrente de mí, mirándome con reprobación. Ya, ya lo sé, tú de esto no serías capaz. Pero resulta que es cierto, Lisa, aunque trates de negarlo.

Adivíname.

Han pasado tres segundos, cuatro, quizás media hora. Qué más da. Quién dijo que el tiempo era necesario para medir nada. No recuerdo cuándo los días dejaron de ser postales para convertirse en pequeñas piedras en los zapatos de los dioses. Dame fuego, anda. Y quita esa música deprimente.

Si, has acertado. Esta vez lo conseguiste. Me acertaste. Ni siquiera puedes verme y sin embargo estás describiéndome, sentada en una silla que gira y gira más y más. Te agarras a las cortinas de mi cuarto y pintas tus uñas del color de la cubierta de mi cama. No hay truco, no estás aquí, y sin embargo me espías desde algún rincón del mundo. Además, tienes razón, no fumo. Y la música la he puesto yo, es verdad.

Así que voy a cambiar de disco y de país. Ahora sí, por fin te veo tumbada al sol, a mi lado, tejiendo bufandas de aire, silbando un tango, uno que resulta que acaba bien y todo. El Atlántico parece pequeño cuando tu pelo lo mece con cada zambullida. El sol sopla, la arena es blanca y hay palmeras de esas que solo aparecen en los catálogos de las agencias de viajes.

Vienes a mi lado, dejando un rastro plateado de algo que creo que es alegría. Estamos en Sao Tomé, y se me ocurre que este es el centro del mundo, y justo en ese punto donde el Ecuador y el meridiano cero se cruzan tu ombligo se tuesta al sol.


Y todo es tan perfecto que ni siquiera pienso que pueda llegar a ser mentira.



BSO Beth Gibbons - Mysteries

viernes, 8 de junio de 2007

Como puños

"Veo mucho potencial, pero está desperdiciado. Toda una generación trabajando en gasolineras, sirviendo mesas, o siendo esclavos oficinistas.La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos, no hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine, o estrellas del rock. Pero no lo seremos, y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados".


Tyler Durden, Fight Club (El club de la lucha)



BSO The Pixies - Where is my mind

miércoles, 4 de abril de 2007

Página 139, segundo párrafo

Sigo con esta cadena a la que me ha invitado Il Estatore (http://estatore.blogspot.com/ ). Para los que no la conozcais, consiste en abrir el libro que más a mano tengas por la página 139 y escribir las 5 primeras líneas del segundo párrafo. Como se supone que esto es una cadena, invito al Godfather (http://www.casacorleone.blogspot.com/) , a Mme ReservoirBlog (http://reservoirblog.wordpress.com/) , a Ana (http://www.porqueavidaeassim.blogspot.com/) y a Tla (http://hermosomundo.spaces.live.com/). A ver en qué idioma acaba esta cadena.
No vale coger tu libro favorito y darse el pegote de lo guay que es uno, por mucha tentación que tengamos. Digamos que tiene que ser el libro que te estás leyendo. Mi caso, como yo mismo, es especial, ya que nunca me leo un libro solo, siempre leo varios a la vez. Los empiezo y voy leyendo según me apetece uno u otro.

Así, primero pensé en copiar las cinco líneas del Ensayo sobre la lucidez. Eso sí, no caí en que el bueno de Saramago no es muy amigo de los párrafos, y toda la página está escrita así del tirón, con muchas comas y esas cosas típicas de este hombre.

Mi plan B es el otro libro que tengo a medias, y de ahí he sacado el fragmento que viene a continuación. Ya que el segundo párrafo consiste en una sola línea, pues me cojo la libertad de copiar el trozo de conversación que corresponde a las cuatro líneas siguientes:


Pero alguien le tiraba del brazo y le decía que era la hora del té.
- ¡Ralph! ¡Despierta!
Las hojas rugían como el mar.
- ¡Ralph! ¡Despierta!
- ¿Qué pasa?


El señor de las moscas
William Golding


viernes, 23 de marzo de 2007

Tres años y pico

Hace tres años y pico me levanté y puse la televisión y se me quitaron las ganas de hablar. Normalmente soy de los que cuando me despierto no soy persona hasta que pasa un tiempo, pero esto era distinto. Era un desastre, y muy cerca. A un puñado de kilómetros, un grupo de fanáticos en nombre de un Dios decidieron que lo mejor que podían hacer esa soleada mañana era matarse y matar cuantos más inocentes mejor.

(Que yo me pregunto qué pensara ese Dios de todo esto... no le tiene que hacer mucha gracia... casi mejor sigo siendo ateo, así tengo un motivo menos para odiar).

Se me quitaron las ganas de ir a la universidad. Fuera la vida se paraba como esos trenes que nunca llegaron a su destino.

Ha pasado el tiempo y de aquello solo queda el rencor convertido en arma política. Periódicos y radios nos han enviado mensajes alarmistas y conspiranoicos dignos de una buena novela de espías. Dentro de unos años echaremos la vista atrás y nos reiremos a gusto de las tonterías que están intentando que nos traguemos. Estos vendedores de humo son como ese niño repelente de clase que no puede permitir que otro saque mejor nota que él, así que usa sus armas para hundir a su adversario. Pero los hechos son los hechos, y las conjuras para los necios.

De lo que sí que no me río es de que salgan a la calle como abanderados de las víctimas del terrorismo y, cumpliéndose tres años de la masacre de Madrid, no tengan ni una sola palabra de recuerdo. Parece que las únicas víctimas rentables políticamente para la derecha son las de ETA, y de las de los trenes de Atocha cuanto menos se hable mejor. Despreciable y asquerosa forma de tratar el dolor de las personas como rédito electoral.

Los hechos son los hechos. Seguirán hablando de conspiración, seguirán vendiendo humo para ocultar otras realidades.

Lo cierto es que esa mañana la sangre nos salpicó a la cara. La misma sangre que salpica a diario a muchos millones en el mundo. No lo olvidemos. Ese mismo dolor sigue vivo en otras partes mientras aquí se habla de si tal persona come o no. Seamos serios y consecuentes con lo que sentimos aquel día y hagamos por una vez un ejercicio de empatía. Tratemos de ponernos en el lugar de esas personas que pierden seres queridos a diario a causa del fanatismo de uno y otro color.

Hay vida y muerte en otras muchas partes del planeta, por si a alguien se le había olvidado.





BSO Rai Doriva e As Ferreiro - Toxicosmos

lunes, 12 de marzo de 2007

Cuarentenas

Saludos a mis tan escasos pero valiosos lectores (¿relamente hay alguien ahí?). Ya sé que esto es un blog, ya. Pero mira, uno que tiene la vida agitada... o por lo menos estas dos semanas lo han sido.

Para el amante de las excusas diré que he estado ocupado en muchas y diversas cosas.
Para el amante del cine, que he estado trabajando en un proyecto que siempre he querido llevar a cabo.
Al incrédulo le diré que varias fotografías mías han sido expuestas en el Musée de l'Elysée de Lausanne (Suiza).
Y al astrólogo le diré que como buen Géminis las últimas semanas me he dejado llevar por el alter ego lunático que habita en mí y despierta todas las lunas llenas. Y si a eso le unimos un eclipse lunar reciente...

Para todos los demás y todas las demás, que vivís y trabajáis donde podéis, os diré que he dejado mi trabajo, tengo un trabajo nuevo y el proyecto en el que participo ha encontrado un impulso fuerte que nos ilusiona a todos los que trabajamos en él. Total, que tanta actividad física y mental enfocada me ha dejado en cuarentena creativa.

Además, un fantasma recorre los lugares donde trabajo. El fantasma de los 40 principales. Y tengo miedo. Dicen que una mentira repetida mil veces se transforma en verdad. De la misma manera que una canción que odias, pesada por insustancial, se transforma en algo que tarareas y que incluso cantas a pesar de que en lo más profundo de tu ser imaginas mil maneras diferentes de acabar con su vida... artística.

Los 40 se repiten tanto como un plato de fabada un día de agosto. Vuelvo hasta de mala leche a casa. Estoy harto de tanta monotonía musical, de tanta incapacidad de sorprender.

Digamos no a las cuarentenas impuestas en las oficinas españolas. Otra música es posible.


BSO Nacho Vegas - Serie Negra

jueves, 22 de febrero de 2007

Babel y los niñatos de Nueva York

Ayer tuve una de mis revelaciones proféticas. Se me apareció Johan Cruyff a la hora de la siesta y me dijo que "matemáticamente" el Barça perdería contra los reds. Así que para no sufrir en mis carnes culés dicha derrota decidí irme al cine a ver Babel.

Qué paradoja. Porque sufrí lo que no está en las sagradas escrituras, y nunca mejor dicho. El tándem Iñárritu-Arriaga afila sus cuchillos mejor que nunca y te escupe a la cara todas las cosas que a lo largo del día quieres olvidar para pensar que el futuro es inevitablemente siempre mejor. Y es que vivimos en un mundo de soledad entre la multitud, de prejuicios, de sangre de distinto valor. Un día a día donde las personas somos demonizadas según de dónde vengamos: mientras el primer mundo siga hablando del problema de la inmigración y no de los problemas de los inmigrantes seguiremos dejando flores al enfermo en lugar de llevarlo a un buen médico. Y entre tantas voces, me llegó especialmente nítida la de aquella que no puede hablar ni oir, que se siente fuera de lugar en un mundo que corre más y más deprisa hacia un horizonte siempre lejano. Pequeñas soledades universales, un gran dolor globalizado. Soberbia película, en fin.

Justo esta mañana, aún sin cicatrizar ese hachazo a la conciencia que es Babel, y tras comprobar que efectivamente Johan no miente cuando se te aparece en los sueños de tu siesta, leo una noticia que me deja clavado en la silla. Resulta que un grupo de estudiantes republicanos de Nueva York ha organizado un juego en su campus que se llama "encuentra al inmigrante ilegal".

Me llama poderosamente la atención el asombroso nivel de hipocresía al que puede llegar el ser humano: quizás esos que "cazan" supuestos inmigrantes ilegales deberían mirar de dónde provienen sus apellidos. Y entonces preguntarse si su bisabuelo llegó en un ferry a la gran manzana de forma legal. Quizás si ese mismo juego lo hubieran llevado a cabo hasta sus últimas consecuencias las autoridades en aquella época esos mismos que ahora buscan al Wally sin papeles estarían pensando, oh paradoja, en emigrar a los Estados Unidos.


BSO Led Zeppelin - Immigrant song

miércoles, 21 de febrero de 2007

Manifiesto pirata

Como muchos de vosotros, soy pastafariano. Sigue fielmente el credo de Él, el Monstruo de Spagueti Volador, mis pasos acompañan su Ejemplo. Sin embargo, debo confesar con profundo dolor de mi alma que discrepo de uno de sus puntos. Su Palabra nos dice que el descenso del número de piratas es la causa principal del calentamiento global. No puedo estar de acuerdo con esta teoría. Creo que los piratas nunca han desaparecido. Como la materia, simplemente se han transformado.

La canción nos dice que la vida pirata es la vida mejor. Sin trabajar, sin estudiar y con la botella de ron. Como se suele decir, para gustos los colores. No sé si será la vida mejor (por supuesto no la mejor para tu hígado) pero sí la más común entre nuestra generación.

Nosotros, los jóvenes, somos la generación pirata. Nacimos con los horizontes limitados, ya que nos ponían desde la cuna la etiqueta del confort en la frente: somos los más favorecidos de la historia, y por tanto solo podemos ir en picado hacia abajo. La experiencia de cada uno de nosotros ha demostrado que no estamos tan bien como se nos vende.

Evidentemente que tenemos muchos más privilegios que las generaciones pasadas y que la mayoría de nuestros coetáneos a lo largo y ancho del planeta. Sin embargo, vivimos en un bienestar de cristal.

Tenemos diplomas universitarios, somos ingenieros o sacamos un ciclo superior. Sí, para cobrar un sueldo que no nos permite independizarnos hasta que nos salen canas.

Sacarnos el carnet del coche es una obligación dado que está tan al alcance de la mano de cualquiera que quien no lo tiene es que ha perdido el tiempo. Sí, tenemos el carnet, pero ¿podemos mantener un coche nuevo?

Aspiramos a ser libres e independientes, a formar nuestro nuevo espacio, nuestro reino privado. Sí, a costa de hipotecas sangrantes que seguirán pagando nuestros hipotéticos hijos y que nos mutilan las alas.

Por eso somos piratas. Porque necesitamos ir de puerto en puerto y de puerta en puerta para encontrar una vida digna, una vida mejor. Viajamos, aprendemos idiomas, pedimos prácticas en el extranjero, vemos nuestro futuro allá donde esté. Sea como sea.

Y todo esto sin dejar de piratear CDs y DVDs, colarnos en discotecas, salir sin pagar de los bares, saltarnos los semáforos, pelarnos las clases, robar en los supermercados, colarnos en el transporte público, hacer botellón en las plazas (¿se supone que esto es delito?), consumir esporádicamente drogas ilegales...

Somos piratas porque vamos allá donde nos lleven nuestras ilusiones, cueste lo que cueste. Buscamos libertad y no nos conformamos con que nos digan que todo va bien. Sabemos organizarnos y gritar nuestra justicia en las calles y en Internet. Los borregos están en los pastos, no en las universidades.

El silencio es para las iglesias, no para el progreso.


BSO Los Delinqüentes - Uno más

lunes, 12 de febrero de 2007

Happy end

Después de una noche de borrachera que acabó bien, aquí estoy de nuevo con una resaca de mil demonios a cuestas. Feliz. Contemplando mi propio crepúsculo con una sonrisa en el alma. Mis labios lo dicen todo sin palabras. Dientes, dientes, que eso les jode.


Después de otro pequeño fracaso más, otra piedra más en el camino, oigo las campanas repicar a lo lejos. Vivo con una lejana y vana esperanza escrita en la frente que se repite como esa pesadilla que tienes cuando eres pequeño. Esa en la que crees que caes y caes sin parar, esa de la que te despiertas súbitamente con la sensación de vértigo en el cuerpo, y te agarras al colchón para no caer.


Después de las tragedias, los informativos nos ofrecen los deportes y alguna información curiosa. Le llaman happy end en el argot periodístico. Te deja una buena sensación en el estómago que ayuda a digerir la buena ración de miserias que te has tragado.


Justo como una buena noche de fiesta.




BSO Save Ferris - Come on Eileen

viernes, 2 de febrero de 2007

Números enteros

Para qué sirve la gente.
Para qué.
Quinientas burbujas de calor seiscientos gorriones rojos
Y el amor es tan triste si eres uno de ellos
Tan triste
Como un agujero de verde esperanza
Tan verde
Para qué
Pregúntame más cosas
Y te contestaré sin dudar
Mis dudas
Te enfriaré el temor de ser descubierta
Te desnudaré pero no te haré el amor
Hasta saber
Para qué
Y de qué color es ese avión que sobrevuela tu casa
Y cuántas bicicletas has roto hoy
Y si los niños de tu barrio celebran tu muerte
Mañana
Mañana sabrás
De quién es tu pasado
Y quién te prestará el futuro
Porque quien llora está salado y la sal pertenece al mar
Porque la imagen se desdibuja si los seiscientos gorriones aletean
Y te alejas suspendida en el aire
Gritando
Gritando
Gritando números cuadrados, enteros
Raíces deformes
Y un aeropuerto te espera
Siempre que dejen aterrizar a los gorriones
Fuera de tu cuerpo

Responde

Quizás sabrás preguntarte dónde y para qué
Sirve sentirse tan siniestro.

Las garras del capital

Paul Wolfowitz, presidente del Banco Mundial, en la entrada de la Mezquita Selimiye de Edirme (Turquía) el pasado martes 30 de enero

(Este tampoco llega a final de mes, como Esperanza Aguirre... pobrecitos...)

BSO Sex Pistols - Anarchy in the UK

martes, 30 de enero de 2007

Voglia di volare

Recuerdo. Estoy sentado en ese banco que tiene forma de espiral, de madera roja, a los pies de un edificio imponente que siempre está en reformas. Llueve, o quizás solo hace frío, mucho frío, y tú tocas la guitarra. Cantamos una de Amaral, o más bien la única que nos sabemos, y también esa otra que tiene el título de alguien que no es una persona cualquiera. Pero eso será después, después de que no haya nada en la nevera y sobre todo ninguna Cara Pils en la caja.

Creo que ya sabes de qué estoy hablando.

Ahora no recuerdo, ahora me siento en el banco del parque que hay enfrente de mi casa, a los pies esta vez del que parece único árbol que tiene ganas de crecer en esta tierra desagradecida. Mirando los dátiles secos del suelo me pongo a imaginar, que es como recordar pero con más libertad, y te veo a ti y a mí en la azotea de un edificio, mirando las luces de Bruselas. No hace falta que te diga que esto es un párking y estamos, por supuesto, en la décima planta. El tiempo juega a nuestro favor. La vida nunca había sido tan fácil de beber. Nos cuelgan los pies al vacío entre los barrotes de la barandilla. Hablamos sin parar, reimos hasta que nos duele todo. El viento sopla tan frío como siempre sobre las luces que hacen brillar el Atomium. La noche le sienta bien a la Grande Place.

No hay distancia ni planes de futuro ni matrículas ni plazos ni trabajos basura ni vuelos de bajo coste que valgan. Sólo tenemos estos días, cuando tu casa dejó de ser tuya y guardabas tu ropa en una bandeja de plástico, cuando reíamos como borrachos por la manera en que llevabas tu colchón de un lado al otro del salón, cuando tú eras Trappa y yo Rafa después de comer... No se trata de vivir de recuerdos, pero tampoco de olvidar de dónde veníamos y adónde vamos.

Como bien dices, hermano, se trata de imaginar. Por eso te veo sentado a mi lado, en tu sitio secreto, como si realmente me hubieras llevado allí alguna vez. Y te oigo decirme que brindemos porque el vértigo no sea miedo a caer sino ganas de volar.





BSO Jovanotti - Mi fido di te

viernes, 26 de enero de 2007

Internet is (not only) for porn. Hoy: Cómo ser Nicael Holt

¿Estás harto de tu vida? No te preocupes, Nicael Holt te vende la suya. Bueno, quizás llegas un poquito tarde, porque ayer un tal ridderstrade se adjudicó tamaño tesoro por la módica cantidad de 5.800 dólares (unos 4.400 euros). No, no hay un puesto en el mercado central de Carrús, entre las verduras y la carnicería, que se dedique a cubrir esta demanda. Ha sido, y no podría haber sido de tal forma, en la cuna de los mercaderes del siglo XXI: E-Bay. Donde se puede vender de todo, como dice el de las fotocopias de enfrente de mi casa. Que razón tenía.


Así que el tal señor Holt, un australiano de 24 años (humm) que estudia filosofía (¿por qué no me sorprende este dato?), pretende dejar de tener su vida. Y vende su nombre, su número de teléfono y todas sus pertenencias. Pero como el chico es majo y todo un profesional, no ha descuidado detalle al hacer inventario vital: incluye el paquete el compromiso del señor Holt de presentarle al comprador a todos sus amigos y a "ocho chicas con la que ha estado flirteando últimamente". Lo que no sé es si en este caso la oferta se corresponderá con la demanda...

Por si esto no fuera poco, el bueno de Nicael impartirá al comprador un curso de formación de cuatro semanas para completar el proceso de transformación. Dicho curso incluye el aprendizaje de habilidades como el surf, aprender a hacer el pino y hacer malabares con fuego, así como un repertorio de 6 chistes. Y cómo no, un puesto de trabajo como repartidor itinerante de fruta a partir de marzo.

La pregunta que se me ocurre es: ¿En serio vale la pena pagar por suplantarle la identidad a otra persona? ¿Qué ganas siendo Nicael Holt y perdiendo tu identidad y tu vida?¿Qué pensara la madre del tal Nicael Holt? ¿Y la del infeliz que ha pagado por una nueva vida? ¿Dónde, cuándo y con quién celebrará los cumpleaños el tal ridderstrade?

Y sobre todo me pregunto, ¿cuánto me dáis por mi vida? Me comprometo a siete chistes por lo menos, que conste. ¡¡Precio de salida: 5 euros!! ¿He oído 10?


BSO Muse - Hysteria

miércoles, 24 de enero de 2007

El árbol de Ricardo

Ha muerto Ryszard Kapuściński, o Ricardo, como firmaba las cartas que escribía a sus amigos castellanohablantes. Tenía 75 años y estaba enfermo, y pasó su último día en su casa de Varsovia.

Ricardo, con su genial libro Ébano, metió África en mi casa. Me hizo partícipe de los muchos golpes de estado, revoluciones y guerras de las que fue testigo durante esa media vida que pasó en ese continente. Ricardo hizo lo que nadie había hecho hasta el momento: mezclarse con la gente más pobre del mundo, vivir en sus casa, escuchar sus historias y contarlas sin entrar en ningún tipo de valoración. Las noticias tenían cara en las masacres de Ruanda o Burundi, en las hambrunas de Etiopía, en la malaria. Su vida fue un ir y venir de suburbio a suburbio, de desierto a selva, siempre entrando allí donde ningún europeo se atrevía. Hasta cuatro veces estuvo condenado a muerte por distintas dictaduras. No se callaba nada.





Contaba Ricardo en Ébano que la vida en África es siempre un árbol. Un árbol en el desierto, o en la sabana, quiere decir un refugio para esas horas del día en el que el sol se convierte en un asesino, cobijo de las tormentas. Un árbol es un punto de reunión de las familias, donde se benefician de su sombra para comer y donde las historias de los ancestros siguen viviendo de generación en generación. La vida de los africanos pasa bajo un árbol.

Quizás en este momento, debajo de un árbol, un anciano cuente a su nieto la historia de Ricardo.


BSO Cesária Évora - Sodade

martes, 23 de enero de 2007

Villa Luna (Sonata Nocturna para Gema)

Tenemos poco y lo queremos todo. Sabemos que la ruina es un estado del alma, además de nuestro punto de partida. No sabemos qué es mirar hacia atrás. Aunque nos acusen de locos, lo nuestro no es una patología, no es una alucinación colectiva. Sabemos lo que queremos. Y demostraremos que es posible cuando en efecto lo consigamos.

Han pasado los días como caen las gotas en una tormenta. De flotar en la euforia, viendo el mundo desde el cielo, hemos pasado de nuevo a beber esas dudas que nos entumecen los dedos cargados de sonrientes vidas ajenas. Canciones que nunca acaban bien y que se repiten una y otra vez, desde el amanecer de la tierra hasta el atardecer de las flores.

La casa azul ahora es verde. Los amores de verano nunca volverán. Pero tú sigues ahí, a mi lado, mirando la luna mientras empalmas un cigarrillo con otro y te ríes. Era el cielo más hermoso que habíamos visto en nuestras respectivas vidas.

Es el sueño más hermoso de nuestras vidas y la luna lo acuna cada noche. Tu luna, mi luna, nuestra luna.

Pueden quitarnos todo de la misma forma que os cortan el agua y la luz. Igual que os dejaron un triste día sin trabajo. Esos mismos podrán olvidar la palabra dada. Podrán golpearnos con la áspera voz del vacío. Esos mismos perros con distintos collares y distinto acento. La misma vergüenza usando distintas corbatas.

Como a Rigoberta, no nos quedan mejillas por poner. Así que responderemos con la tozudez del que sabe que no tiene nada más que perder. El tiempo corre a nuestro favor. La misma luna que te decía que no te mordieras más las uñas y dejaras de una vez de fumar como una carretera, esa misma, sigue en su sitio, aguantando la respiración cuando te oye gritar de rabia. La misma luna que acuna nuestro sueño cada noche.


Tu luna, mi luna, nuestra luna.



BSO Damien Rice - Accidental Babies

Estado de sitio




No te voy a hacer daño, repitió. Aunque la frase sonó un poco ridícula, dado que él era el único que daba señales de estar tenso.
No quiero que sepas de dónde vengo, y tampoco deberías saberlo. Además, no te conviene tener respuestas para posibles preguntas que nunca deberán serte formuladas. Así que es mejor así, es mejor así.
El niño sonreía extrañado. Todo aquello le parecía curiosamente divertido.
No soy nadie malo, tampoco te creas. No robo manzanas ni letras ni escribo con un cuchillo estupideces en los árboles; nunca he cantado una canción, no sé qué es una gasolinera ni qué es el fin del mundo. Nunca he matado a los mosquitos que me pican todas las noches. Me gusta la luna y la letra e, eso es todo, por eso estoy aquí… el olor a humo del bosque me ha empujado hasta este lugar… ellos vienen, vienen. Vienen y no los ves, están por todas partes, en tus ventanas, en el tazón de tus cereales, robándoles los columpios a los niños, poniéndoles sillas de montar a los caballos, disparando, maldiciendo, corriendo, talando, fingiendo; vienen y cuando la noche cae no miran a la luna si no es para ver si hay nubes; no creen en el viento, no saben de silencio que no sea pagado, alquilado, reservado. Las únicas historias que recitan son las que compran, alquilan, reservan, por las que pelean durante horas frente a una gigantesca puerta, ante las que se desviven. Prestan cosas pensando en cuándo les serán devueltas. Respiran, no huelen el aire; cuentan y lamentan haber contado, y blasfeman por el color de los números. Abrazan a otros que no conocen, dan besos por costumbre. Ellos vienen. Vienen rugiendo imágenes de carros blindados con afilados dientes. Vienen con el fuego en una mano y una bandada de buitres anudada en su otra muñeca. Temen a la muerte, todos los días, a todas horas; compran fusiles, cuchillos, hachas, alarmas, puertas blindadas, murallas y más murallas, más fusiles, pistolas con muchas balas… compran victoria, compran éxito. Venden tiempo para tener más dinero con el que construirse su castillo entre las nubes, cada vez más alto, donde las copas de los árboles parezcan un mar lejano. Y una vez lo han vendido todo, y todos lo han comprado todo, vienen. El silencio, amigo mío, el temible silencio, el sagrado silencio. Cuánto puede significar una sola palabra.




BSO Iván Ferreiro y La China Patino - Tristeza

lunes, 22 de enero de 2007

El viento de mañana (o intento de empezar un blog)

Hola a todos en general y a ninguno de vosotros en particular...

El viento sigue soplando fuera y trae historias de colores vistosos, muñecas amoratadas, mercados sin frutas ni tenderas. La tempestad ha seguido haciendo bailar los troncos de las palmeras como siempre, todo este tiempo, como siempre.
Creo que puedo acercarme. Miro un poco más las nubes desde mi silla. Hace frío aquí también, y sin embargo no hace el frío que debería. (Nos estamos cargando el planeta, sí).
Todo este tiempo, como siempre, los que matan han seguido matando, los muertos han seguido tan callados como los vivos y el precio de las cosas ha subido. Como siempre, los que tenemos algo que perder soñamos con poder hacer algo por los que tienen todo por ganar, y cada vez somos menos. Como siempre, se oye más el ruido de un plato que se rompe en la casa de al lado que una bomba atómica estallando en un país vecino.
O quizás no se oye ninguna de las dos cosas. Lo tapan el ruido de los estadios, los gritos de los tertulianos que inundan las horas de muchas tardes, mañanas y noches. No te oigo porque tengo prisa en llegar a no sé dónde para convertirme en no sé qué y así ganar no sé cuánto más dinero.
No te esfuerces, no te oigo. Quizás porque el ulular del viento que afuera hace bailar a las palmeras, como siempre, retumba en los cristales de mis ventanas.
No me fui a ningún lado pero pensé en que tenía que volver.
Creo que voy a abrir una de esas ventanas. Así el viento me hará bailar otra vez.

BSO Cristina Branco - Disse-teu adeus e morri